Hoy expuso Mercedes Marcó del Pont (MdeP para los que la odian como yo) en el plenario de las comisiones de Finanzas, Presupuesto y Legislación General de la Cámara de Diputados en el marco de la discusión sobre la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central (acá texto del proyecto). Sobre el tema hay discusiones en los medios y la BEA (por ejemplo reciente post en Cosas que Pasan, nota online en Apertura), y seguramente habrá más opiniones en las próximas horas a medida que se consolide este nuevo afano por parte del gobierno kirchnerista. 

No me voy  detener en el detalle de lo que dijo MdeP, simplemente en aclarar que son dos los objetivos que busca el gobierno con esta reforma. Primero poder usar las reservas que sean necesarias para financiar al Tesoro. Esto serviría en principio como colchón en caso que el mundo entrara en crisis (prestar atención al cierre esta noche del canje de deuda griega), pero también para usar en caso que el mundo siga feliz y contento pero Argentina se estanque por las medidas de neto corte mercantilista de Moreno. El equipo económico solamente conoce las bondades del supermultiplicador y ante indicadores de problemas recurriría a medidas expansivas. 

Acá entra en juego el segundo objetivo de la reforma de la Carta Orgánica del BCRA: Poder dirigir el crédito. No se cuanto a empresarios amigos, pero ciertamente hacia el Estado, ya que en palabras de MdeP:

Los bancos fueron creados no sólo para mantener la estabilidad de la moneda, sino para financiar a los Estados.

Lo que refleja que, por más que en los considerandos del proyecto de reforma de la Carta Orgánica se menciona el accionar de los bancos centrales en los países desarrollados tras la caída del Lehman Brothers, MdeP piensa a los bancos centrales igual que los monarcas absolutistas de la Europa del siglo XVII. Y dado que le estamos dando a MdeP lo que se merece, hagamos notar que el proyecto del gobierno no obliga al BCRA a presentar programa monetario alguno. Esto quiere decir que para hacer un pronóstico monetario los economistas tendremos que aprender la psicología de, según la definición de Miguel Angel Broda, una militante asalariada

Y para cerrar este post breve y furioso un recordatorio. No es casual que la Carta Orgánica que se busca eliminar de un plumazo (en realidad dos, porque el kirchnerismo ya hizo una reforma) sea de 1992. Y no hay que asociarla a la Convertibilidad, o por lo menos no solamente a ella. Fue en parte la respuesta al desmanejo de la política monetaria que nos hizo convivir por décadas con alta inflación terminando en las hiperinflaciones de 1989 y 1990. No digo que por derogarla hoy mañana volvamos a una hiper. Pero ciertamente no ayuda de cara a un futuro en que en algún momento, inevitablemente, vuelvan las vacas flacas.