Al igual que Indiana Jones, los analistas económicos del primer mundo están tratando de encontrar el "arca" perdida en los EEUU. En este caso se trata del factor que explique la conjunción de ciertos indicadores positivos y otros no tanto de la economía norteamericana. El editorial líder del último The Economist se titula "Can it be... the recovery?" y trata de la economía global. Con respecto a EEUU dice:

Conveniently enough for a president who is seeking re-election in November, the clearest signs of recovery are in America. The good news is both cyclical, as stronger employment fuels income and spending, and structural, as evidence mounts that the drags from the housing bust are waning. Exclude the temporary work involved in carrying out America's 2010 census, and more jobs have been created in the three months since November than in any three-month period since 2006. Unemployment and underemployment are both falling. House prices continue to drift lower, but both construction and home sales have started to rise. Consumer credit is growing and the fiscal squeeze has loosened, thanks to an easing of state-level budgets and Congress's extension of temporary tax cuts until the end of the year.

Además de ser buenas noticias para Barack Obama con vistas a las elecciones de noviembre, los datos de la recuperación norteamericana despiertan interrogantes para los economistas. Mientras que la tasa de desempleo bajó significativamente en los últimos meses (de 9% en septiembre a 8,3% el último mes) la tasa de crecimiento del PBI es baja, estando en este mismo período en alrededor del 2,5-3% anual. A esta tasa de crecimiento del PBI el desempleo apenas si debiera caer, pues evoluciona con la diferencia entre PBI real y potencial y se estima que la tasa de crecimiento del PBI potencial es de 2,5%. Y no se observa un cambio significativo en la participación laboral (por desencanto ante la dificultad de conseguir trabajo). 

Las explicaciones ofrecidas en un extenso artículo sobre EEUU en la misma edición de The Economist van desde una caída en la tasa de crecimiento de la productividad (con lo cual el crecimiento del PBI solo refleja el crecimiento de factores), errores en la medición del PBI, o explicaciones de estacionalidad relacionadas con un invierno benigno. 

Despite not matching the GDP figures, the recent employment numbers may nevertheless be accurate. It may be that firms simply can't squeeze more productivity from their workforce and are hiring to meet additional sales. Or it may be that the GDP figures are wrong. Subsequent revisions may show that GDP has been understated in the recovery rather as it was overstated during the recession.

A more pessimistic explanation is that the mild winter has temporarily boosted employment in construction and other weather-sensitive industries, allowing projects to keep going but not encouraging new ones to start. Goldman Sachs reckons this may explain 100,000 jobs. Another possibility, according to J.P. Morgan, is that the size and timing of the 2007-09 recession threw off the process for ironing out seasonal fluctuations in the data. Either explanation implies some of the current strength will be reversed later this year.

En una nota en el blog de The Economist, Greg Ip analiza esta contradicción entre datos de PBI y desempleo y se vuelca por una explicación basada en una caída en la tasa de crecimiento de la productividad (que toma como shock permanente que afecta la tasa de crecimiento potencial del producto norteamericano)

Or you could go with a simpler but more pessimistic explanation: both the level and growth rate of American potential output is much lower than we think. This would resolve all these puzzles: GDP growth of 2.5% is above, not at, trend, the output gap is closing, and it was probably smaller than we thought to begin with. That would explain why unemployment is falling so quickly, and why core inflation hasn't fallen further. The excess supply of workers and products that ought to be holding back prices and wages is not as ample as we thought.

Yo propongo otra explicación, una que es menos pesimista sobre las perspectivas de largo plazo. Sugiero que la razón por la cual el PBI está creciendo más lentamente, pero por encima del potencial explicando de esta manera la caída en el desempleo, es porque hay una caída en la tasa de crecimiento de la población activa (PEA) que afecta tanto al crecimiento del PBI como su potencial. 

Primero notemos que si hay una caída en la PEA, esto no afecta las medidas de participación laboral ni de desempleo puesto que son porcentajes. De manera que cambios en la PEA pueden explicar cambios en el PBI si afectar indicadores tradicionales del mercado laboral. Pasemos ahora a ver qué factores pueden explicar una caída temporaria en la tasa de crecimiento de la PEA. 

Con respecto a los ingresos a la PEA es sabido que los estudiantes suelen demorar su salida al mercado laboral en tiempos de crisis  (y quienes consideran hacer un posgrado anticipan esta decisión saliendo de la PEA). Esta es una decisión racional en vista de la evidencia que muestra que quienes comienzan su vida laboral en tiempos de recesión tienen efectos negativos persistentes en sus ingresos (por ejemplo, ver trabajo de Genda, Kondo y Ohta publicado en el Journal of Human Resources). 

Otro margen de ingreso a la PEA que se ve afectado por una recesión prolongada es el de inmigración. Dado que EEUU recibe una mayoría de inmigrantes de México y Centroamérica, una mejora en las condiciones económicas de estos países respecto de EEUU (como hemos visto a partir de 2010) explicaría un menor nivel de inmigración y por ende una tasa de crecimiento menor para la PEA. 

Finalmente tenemos los flujos de salida de la PEA por cuestiones demográficas. Ante un mercado laboral flojo varios trabajadores de edad avanzada (62 a 66 años) aprovechan que la legislación norteamericana permite jubilarse antes de alcanzar la edad máxima si uno cumple ciertos requisitos (como cantidad de años de aporte).

Es posible seguir la evolución del número de jubilados a través del sitio de la Administración de Seguridad Social (por ejemplo acá resumen estadístico para el año 2011). En diciembre de 2006 había 30,9 millones de jubilados, un año más tarde 31,5 millones. En diciembre de 2008 32,3 millones, un año más tarde 33,5 millones y el último registro de 2010 es de 34,6 millones. Haciendo estadística con pocos números vemos que la tasa de incremento anual en el número de jubilados pasó de 700 mil por año antes de la crisis a un millón 150 mil en el período posterior. 

Si juntamos los tres flujos podría ser que la tasa de crecimiento de la PEA en EEUU haya caído lo suficiente para explicar, en conjunto con factores estacionales, una tasa de crecimiento del PBI potencial inferior al 2,5-3% que registró el PBI real en los últimos meses. Lo bueno es que en este caso se trataría de una reducción temporal en la tasa de crecimiento potencial del PBI, ya que en la medida que la recuperación se consolide los incentivos a entrar a la PEA (para estudiantes e inmigrantes) o salir de ella (para trabajadores de edad avanzada) volverán a la normalidad.