Ayer escribí un post en base a una afirmación dogmática de MdeP respecto a la relación entre emisión monetaria e inflación. Terminaba la nota con un párrafo que comenzaba diciendo: "Como en toda comunicación de este gobierno infame, el "relato" se distorsiona." 

Más tarde, leyendo el capítulo que corresponde a la devaluación y pesificación de deudas de los primeros días del gobierno de Duhalde en el libro "7 ministros" de Ezequiel Burgos (de interesante lectura), me encontré con la transcripción de declaraciones de la actual presidenta que en ese momento era senadora por Santa Cruz, y que ya estaba operando para la candidatura presidencial de su marido el siguiente año. Copio algunos párrafos jugosos para evaluar como nuestros dirigentes nos mienten en forma impune (porque decir "A" ayer y "no A" hoy, sin aclarar motivos, implica mentir en al menos una de las dos oportunidades):

Creo que la crisis se va a profundizar. No creo que la economía pueda modificarse por ley ni tampoco que la confianza de una sociedad en esta economía y en esta moneda pueda construirse a través decretos o facultades delegadas. 

Lo dijo Cristina Fernández de Kirchner el 17 de enero de 2002. La entonces senadora se opuso a la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central que reactivó la utilización de la política monetaria y cambiaria... La senadora regalaba ironía en su exposición. "Alguien [Raúl Baglini] dijo en este recinto que un poco de emisión es como un poco de estricnina, que muchas veces es necesaria con fines terapéuticos. Como soy abogada y no médica, hice la consulta con un profesional médico. Yo no sé con qué galeno habrá consultado el señor senador que formula esta teoría que relaciona la estricnina con la emisión, pero me dijeron que esta sustancia, aun en pequeñísimas dosis, provoca rigidez muscular, convulsiones y finalmente la muerte por asfixia. De modo que esta comparación de la emisión en pequeñas dosis no nos va a dar buenos resultados."

Y otras perlas que se refieren al debate del 6 y 7 de enero sobre la Ley de Emergencia Económica que derogaba 7 artículos de la Ley de Convertibilidad (sobre la postura de Cristina en contra de la Emergencia Económica que derivó en su abstención en la votación no voy a hablar pues es algo sabido): 

La senadora [CFK] leyó el discurso que [Oscar] Lamberto había utilizado en 1991 para defender la sanción de la convertibilidad y, como si fuera una edición de TVR, lo contrastó con las palabras que acababa de pronunciar para pedir su derogación. "¿Cómo puede ser que dos discursos iguales resulten funcionales ante dos situaciones diferentes? ¿Cómo puede ser que un discurso resulte funcional para la aplicación de una medida que es exactamente contraria a la otra?", decía Cristina. 

En segundo lugar la senadora criticó el modelo de sustitución de importaciones. "Ayer fui a comprar a la farmacia que está enfrente de mi casa una pasta de dientes que es terapéutica, la semana pasada la pagaba $3,90 y ayer la pagué $6,90. La produce un laboratorio nacional, la distribuye un laboratorio nacional, y la vende un farmacéutico nacional. ¿Qué quiero decir con esto? Que es hora de que concibamos que junto con la protección a lo nacional, en cuanto a producción y fabricación, también tenemos que cuidar el interés de los usuarios y consumidores."

Y poco después, para coronar su presentación, esta joyita sádica:

"Es bueno que tengamos respeto por todos y confío en que los propios militantes del peronismo, por alineaciones que les conviene en el momento, no pierdan de vista las cuestiones que tienen que ver con el respeto al otro. Es horrible vivir en partidos y en situaciones en que nos reprochan cómo uno piensa. ¿Saben que pasa? Uno puede pensar y estar muy equivocado. Pero ¿saben qué es la democracia? El derecho a equivocarse y que nadie le recrimine por equivocarse, porque la tolerancia es parte del sistema democrático argentino."

Desde "la dimensión desconocida" cerramos el post.