por Ariel Meije

Como en todos los ámbitos, pero especialmente en la política, creo que hay que dedicarle más tiempo al análisis de los HECHOS que al de las PALABRAS. Sobre todo en un país en donde nuestros dirigentes hablan mucho, dicen pavadas, o defienden lo indefendible.

Por eso, luego que Mariano Recalde anunciara todas las medidas que aplicaría para renovar la gestión de Aerolíneas Argentinas (en adelante, AR), las cuales había "consensuado" con CFK, tomé nota de las mismas para tenerlas presente, pues no tenía muchas esperanzas que sucedieran. En especial porque estos anuncios se realizaban en el marco de una puja con uno de los sindicatos más pesados de la industria aerocomercial (APTA, sindicato que tiene la personería gremial para representar al personal técnico) y se realizaron luego de haber traspasado el control de tránsito aéreo nuevamente a la Fuerza Aérea (recordemos que NK había hecho el traspaso a la órbita civil en el año 2007). Todas las medidas anunciadas eran muy coherentes desde el punto de vista económico, lo que hacía su cumplimiento más inverosímil todavía.

A fines de febrero taché el primer punto de mi lista: efectivamente AR desprogramó a los viejos e ineficientes aviones Boeing 747 con los que volaba a Madrid en forma diaria (nota al margen: La semana pasada se lo llevó Moreno para ir a comer un asado a Angola con sus amigos, pero no vuela más en forma regular). El objetivo es dejar de quemar combustible, tema que últimamente está ardiendo en el Gobierno.

Pero también llegaron "nuevos" aviones de largo alcance a la flota de AR. Si bien bastante más modernos  y eficientes que los Jumbo que operaban (los nuevos son Airbus 340), su llegada no deja de ser inconsistente con el anuncio de restringir la oferta internacional, que es claramente deficitaria. Si anuncian que pierden plata volando estas rutas, ¿para qué traen más aviones? (Me voy a desdecir por un instante, pero algo importante de las PALABRAS de Recalde fue haber admitido que AR pierde plata por volar rutas internacionales que son deficitarias. ¡Es la primera vez que no justifican su déficit por volar a "destinos sociales"!). En la práctica, considero que este HECHO tiene relación con dos puntos principales: a) evidentemente comprar aviones (o firmar un contrato de leasing) es un negoción para los que intervienen y b) algo tienen que hacer con los pilotos que vuelan a estos destinos y quieren seguir cobrando viáticos en dólares.

Otra medida que se cumplió fue la de darle autorización a Austral para hacer vuelos regionales desde Aeroparque. Hoy ya vuelan en forma regular a Uruguay y Chile (antes sólo volaban a ciudades dentro de Argentina). Así lograron mojarle la oreja a otro sindicato que tenía la exclusividad, APLA (pilotos de todas las líneas aéreas de bandera – LAN Argentina, Sol, Andes, etc – con excepción de Austral porque están peleados) y para darle un premio a los de UALA (pilotos de Austral) para que cobren viáticos en dólares ellos también. Un detalle es que le sacaron los permisos que le habían asignado hace un año a LAN Argentina, que ahora no puede hacer vuelos regionales desde Aeroparque porque el aeropuerto  está "saturado" pero no para Austral.

Y sigo esperando que se lleven a la práctica las medidas más interesantes que anunciaron, aquellas que apuntan directamente a mejorar la productividad de los trabajadores de la empresa (en particular los pilotos, el recurso más caro y escaso que tiene la función de producción de una línea aérea). Sinceramente no creo que esto se aplique, al menos hasta que se peleen nuevamente por algún punto más de aumento salarial que complique aún más las cuentas de AR.

También sigo esperando que desprogramen de la flota de Austral a los aviones MD 80 y Boeing 737-500, que son los más ineficientes que operan en el país (pueden ver algunos ejemplares destruidos  si pasean por la costanera o identificarlos por el ruido insoportable que producen si circulan por Lugones o Cantilo). Dijeron que los iban a dejar de volar a partir del  mes que viene (abril), pero la semana pasada apareció uno de esos aviones pintado con los nuevos colores de la empresa. Por si CFK no lo sabe, pintar un avión sale carísimo (no solo por la cantidad de pintura que lleva, sino por el costo de oportunidad que representa tener un avión parado en tierra durante tanto tiempo en un chequeo tipo "C").

Algunas otras medidas se interpusieron antes del cumplimiento de estos anuncios, como la pelea para que YPF le baje el precio del comustible a AR y el fuerte aumento de las tarifas de los vuelos de cabotaje que dispuso la Secretaría de Transporte. Probablemente estos puntos se conviertan en el motivo de una próxima entrada. Mientras tanto, la lista de PALABRAS se va ampliando día a día. Y peor aún, la de HECHOS incoherentes también.