domingo, 11 de marzo de 2012

[Noticias economicas] Domingo Cavallo

Domingo Cavallo


Grecia eligió el camino correcto

Posted: 10 Mar 2012 05:45 PM PST

Los economistas argentinos que consideran que el default, la pesificación y la devaluación aportaron soluciones a nuestra economía y varios economistas norteamericanos muy influyentes, con Nouriel Rubini a la cabeza, bregaron para que Grecia declarara el default de su deuda, transformara todos sus activos y pasivos financieros de Euros a Dracmas y  dejara que un golpe devaluatorio e inflacionario reconstruyera su competitividad y cerrara su brecha fiscal. Afortunadamente para los griegos, para los europeos y para todo el mundo, Grecia no prestó atención a esos consejos.

Con la ayuda de Europa, Grecia logró restructurar su deuda con acreedores privados en forma ordenada y sin que quedaran tenedores de bonos en condiciones de reclamar ante los tribunales. Consiguió una quita en el capital de más del 50 % y reducir la tasa de interés a 2 % anual por los primeros cuatro años. No me caben dudas que el resto de la deuda con el Banco Central Europeo, con el Fondo de Estabilización Europea y con varios estados nacionales también será renegociada de tal forma que Grecia pueda honrarla normalmente.

Gracias a la exitosa restructuración de deuda, la crisis financiera que estaba adquiriendo en Grecia características muy parecidas a las de Argentina en los meses finales de 2001, con fuertes retiros de depósitos por parte de la gente y extrema iliquidez bancaria, va a ser rápidamente superada: los depósitos volverán a los bancos y gradualmente retornarán también los capitales griegos que fugaron al exterior en los últimos dos años.

La recesión que fue muy acentuada, comenzará a ceder y pronto la economía Griega estará creciendo sostenidamente. Se pondrá de manifiesto que la recesión fue muy fuerte no tanto porque el Gobierno se hubiera visto obligado a aplicar una política fiscal más restrictiva y porque la economía griega había perdido competitividad, sino porque las expectativas de default, dracmisación y devaluación generaron un clima de crisis financiera que provocó fuertes fugas de capitales y retiro de depósitos bancarios por parte del público.

Por supuesto que Grecia tendrá que ajustar sus cuentas fiscales y tendrá que adoptar medidas para recuperar competitividad. Pero podrá hacerlo en un clima de estabilidad financiera y monetaria y a través de decisiones discutidas en su Parlamento y no a través de reducciones salvajes de sueldos, salarios y jubilaciones como las que resultan de los golpes devaluatorios e inflacionarios. Deberá, por ejemplo, decidir una fuerte reducción de los impuestos que encarecen la nómina salarial, tal como lo ha comenzado a hacer Brasil en nuestra región y como lo habíamos dispuesto también nosotros en 2001 a través de los planes de competitividad. Ninguna de estas decisiones será fácil y seguramente habrá reclamos y conflictos. Pero el costo económico y social que deberán soportar los griegos resultará muy inferior al que pagamos los argentinos en 2002 y en los años siguientes. Y esto, a pesar de que los desajustes fiscales acumulados por Grecia desde la entrada al Euro fueron tres o cuatro veces superiores a los de Argentina durante la convertibilidad y que, además, Grecia no avanzó en materia de privatizaciones, desregulación y aumento de la productividad como sí lo había hecho Argentina durante los 90s.

¿Por qué pudo Grecia lograr algo que nosotros no conseguimos en 2001 y 2002? Esta pregunta es relevante porque nuestra deuda a fines de 2001 era del 60 % del PBI en comparación con una deuda de 160 % del PBI en el caso de Grecia, nuestro déficit fiscal era un tercio del de Grecia y hacia fines de 2001 el déficit en cuenta corriente había prácticamente desaparecido. Grecia, frente a problemas mucho más agudos que los que nosotros enfrentábamos en aquella época, consiguió restructurar su deuda en forma ordenada y está a punto de restablecer la normalidad financiera.

Acá va la respuesta: Grecia consiguió el apoyo de Europa y sus dirigentes, al menos los que pertenecen a sus principales partidos políticos, advirtieron que la “solución a la Argentina” era un salto al vacío. En nuestro caso, el FMI nos retiró el apoyo en medio del proceso de restructuración ordenada de la deuda y una parte importante de nuestra dirigencia, tanto en el Partido Justicialista como en el Partido Radical escucharon el canto de sirenas de los que querían la pesificación y la devaluación para sacarse de arriba las deudas que imprudentemente habían adquirido.

Si en lugar de haber decidido la pesificación los primeros días de enero, el Gobierno Argentino hubiera ido adelante con la oferta de canje de la deuda (que no se había presentado a la transformación en Préstamo Garantizado) programada para el 15 de enero, hacia el 15 de Febrero de 2002 Argentina hubiera estado viviendo la misma sensación de éxito que hoy está viviendo Grecia. La crisis financiera se hubiera revertido rápidamente sin que los ahorristas perdieran un sólo dólar de sus depósitos. Los fondos que el FMI no había desembolsado en Noviembre más los 3 mil millones de dólares que había comprometido para apoyar la restructuración de deuda hubieran sido seguramente aportados para la normalización financiera porque para entonces Argentina habría demostrado, sin lugar a dudas, que podía manejarse con déficit fiscal cero.

Los mismos que recomendaban a Grecia seguir el camino de Argentina 2002, hoy sostienen que Grecia no podrá volver a crecer sin una devaluación de su moneda. Paradójicamente muestran nuevamente a la Argentina como prueba de sus afirmaciones. Atribuyen el crecimiento del 2003 en adelante a los “beneficios” de la devaluación. Por supuesto, aún no se han enterado de todos los desequilibrios que los desajustes de precios relativos que siguieron a la devaluación provocaron en nuestro país: no saben de nuestro déficit energético, de la liquidación del stock ganadero, del deterioro creciente de nuestra infraestructura de transporte y de la bomba de tiempo fiscal que representan los subsidios que se debieron pagar para mantener los servicios públicos en funcionamiento. Tampoco señalan que ahora la economía Argentina está nuevamente infectada de inflación y que los conflictos sociales que se avecinan tienen precisamente su origen en las pujas distributivas que reviven con la inflación.

Afortunadamente los griegos, con el apoyo de Europa, están transitando el camino correcto: el de la búsqueda de soluciones sinceras, honestas y transparentes. Ojalá sus dirigentes tengan la capacidad, que los nuestros no tuvieron, para explicarle al pueblo que la dracmisación y devaluación provocarían más sufrimiento que  el que  se deriva de las decisiones parlamentarias sobre recortes de gastos, privatizaciones y desregulación. Si lo consiguen, los griegos habrán dado un paso importante para que la mentira no se transforme en la principal herramienta política. La mentira es, precisamente, la manifestación más evidente de la degradación social que está sufriendo la Argentina desde el 2002 en adelante.



--
Publicado por Pako para Noticias economicas el 3/11/2012 07:06:00 AM

No hay comentarios:

Publicar un comentario