Aclaro de entrada que este es un post escrito con rabia. La tesis principal es que el gobierno nacional carga con la responsabilidad por los más de 50 muertos en el choque de un tren en la estación de Once esta mañana. Pero la furia es también con una sociedad anestesiada que acompaña infantilmente las políticas populistas que en varios ámbitos representaron pan para ayer, y hambre (y muerte) hoy.

Antes de salir de mi casa esta mañana vi los primeros flashes de la noticia en internet y escribí un twit indicando que este, y varios accidentes en años recientes, era el resultado lógico de una política de congelar las tarifas de los medios de transporte en la Capital. Las empresas concesionarias no tienen los ingresos suficientes, ni los incentivos, para mantener (menos aun mejorar) la calidad del servicio de transporte que proveían en los (ya no tan fatídicos) noventa.

Vivo en Belgrano y trabajo en Punta Chica, con lo cual suelo tomar el Mitre ramal Tigre para ir a trabajar (me beneficio de ir en sentido contrario de la hora pico). Como tantos usuarios de este servicio puedo atestiguar que la calidad del mismo venía en franca decadencia. Servicios que no respetaban la frecuencia que debían tener, formaciones que quedaban fuera de servicio a mitad de camino bloqueando por treinta minutos (en promedio) todos los convoyes que venían detrás. Como decía en el twit, "viajes baratos peligrosos" (nota al pie: Ya es hora que se abra al tránsito la calle Mitre a la altura de Cromañón. Como en casi todo los argentinos necesitamos una tragedia para tomar medidas obvias).

Ahora podemos constatar que la peligrosidad del servicio va mucho más allá del riesgo de llegar media o una hora tarde: Al comprar un boleto estamos comprando una lotería sobre nuestras vidas. Y yo me pregunto, y le pregunto al gobierno que tiene tanto aprecio por regular nuestras vidas,
¿el responsable en última instancia no es quien debe regular el servicio de transporte? Porque es seguro que hay una responsabilidad de la empresa, y no le saldrá barata la tragedia. También creo que la sangre de los inocentes pasajeros debiera estar en la conciencia de todos porque había indicaciones de los efectos negativos de las malas políticas en el sector (repito el link a los accidentes recientes).

Como en todo servicio regulado, es el regulador el responsable principal. Y me pregunto (porque situaciones como esta llaman a varios interrogantes) ¿qué dirá Juan Pablo Schiavi en la conferencia de prensa que anunciaron para esta tarde? Porque mínimo tendría que presentar la renuncia. ¿Qué va a explicar? ¿Qué como las empresas concesionarias no tienen ingresos para hacer inversiones (y el gobierno tampoco) era inevitable que algo así sucediera? ¿Qué es una pena pero cosas así suceden en todo el mundo? No señor. Porque los datos mencionados indican con claridad que la frecuencia de accidentes en trenes suburbanos aumentó considerablemente en los últimos años. Era cuestión de tiempo que un accidente de envergadura sucediera. ¿A quién van a culpar? ¿A Macri? ¿Clarín? Cristina hacete cargo de tus muertos.