EL ESPACIO DE HERNAN HAINES |
| Posted: 15 Feb 2012 07:00 AM PST En marzo de 2010, días después del inicio de las sesiones legislativas, el entonces flamante legislador Luis Juez dijo: "Hace un mes que estoy al pedo en el Senado". Hoy, a casi dos años de aquella frase célebre, me temo que Juez tenía razón. Casi no hubo sesiones. Sí, en cambio, tras el 10 de diciembre último, que hubo una maratón para aprobar decenas de proyectos a libro cerrado. A esta gente, encima, se le dice "honorable". Según el diccionario de la Real Academia Española, "honorable" significa digno de ser honrado. El término proviene de honradez, que quiere decir rectitud de ánimo, integridad en el obrar. Honorable es también el tratamiento que en algunos lugares se da a los titulares de determinados cargos. El Senado y la Cámara de Diputados de la Nación Argentina se hacen llamar "honorables". ¿Está bien aplicado este adjetivo? Estamos hablando de personas (oficialistas y opositoras) que de vez en cuando se turnan para no dar quórum y tratar los problemas que afectan a los ciudadanos. Ahora bien, ninguno de ellos llegó allí por generación espontánea. Algunos porque porque se colgaron de una lista sábana, otros porque pasaron desapercibidos, otros porque son amigos de o como una retribución de favores. En fin. No tienen nada de honorables. Sí, en cambio, más de mezquinos, humillantes, indignos, deshonrosos y bribones. Ahora, encima, embolsan más de medio millón de pesos por año.  |
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