Continuando con el análisis de factores para pensar los determinantes de la economía durante este año hoy voy a hablar de los políticos. Al no ser este un año electoral no hay gran incertidumbre respecto a las políticas a implementar. Lamentablemente, como es sabido, el kirchnerismo tiene importantes carencias técnicas con lo cual hay que estudiar la puja política interna del gobierno para ver cómo se resuelve la incertidumbre residual: Qué factores explican el particular conjunto de políticas subóptimas elegido.

Recordemos una afirmación hecha hace un año al pensar los factores políticos del 2011:

El peronismo se empieza a preguntar si un triunfo de Cristina será un triunfo para el partido, o si será una victoria pírrica considerando los desajustes de la economía y la poca capacidad técnica del kirchnerismo para corregirlos.

Sigo creyendo que, a pesar de la contundencia del triunfo de Cristina en primera vuelta, hay una puja fuerte en el peronismo con miras a la sucesión habida cuenta que no hay reelección para 2015 (y no habrá habilitación de reforma constitucional justamente por estos intereses dentro del mismo PJ). Es muy temprano para pensar en las alianzas que se tejerán, pero la interna sirve para alimentar ese fuego vital del kirchnerismo: la presencia de conspiradores al "modelo". 

Uno de los que mejor usan la conspiración para trepar en el poder es Guillermo Moreno. Este funcionario jugó la previa a las elecciones como un underdog diciendo a diestra y siniestra que se iba de su cargo. Esto llevó a pensar que la interna principal en el plano económico se daba entre Amado Boudou y Mercedes Marcó del Pont (ver post). Pero Lazzie (es un juego de palabras, no un error de ortografía) dejó que sus rivales se desgastaran para luego meterle con todo contra el supuesto ganador, Boudou, acusándolo de una conspiración junto con Jorge Brito. Cristina se comió el buzón y transformó a Moreno en un superministro en las sombras con competencias en varias áreas de gobierno

Bueno, competencia es una forma de decir, porque como bien dice Carlos Pagni en esta nota de hoy en La Nación (sobre las quejas de Brasil ante las trabas a las importaciones que quiere imponer Argentina), Beatriz Paglieri no está capacitada para ser Secretaria de Comercio Exterior: 

Las restricciones de la AFIP activaron el lobbying de los exportadores brasileños sobre su gobierno. Hubo algunos episodios irritantes, como las reuniones en las que Beatriz Paglieri -alter ego de Guillermo Moreno en la administración de las importaciones- prometió a varios grupos de industriales más protecciones frente a sus competidores de Brasil. Paglieri comenzó a llamar la atención de los negociadores de la región durante la última reunión del Mercosur, en Montevideo, donde exhibió grandes carencias técnicas. La subsecretaria concurrió esa vez sin asistencia porque Iván Heyn había perdido la vida en un cuarto de hotel.

Y esta es la clave para entender porqué se están tomando estas medidas (control de cambios, bloqueo a las importaciones) para acompañar el necesario ajuste en las cuentas fiscales: Moreno y su equipo son notoriamente incapaces. Un equipo con poca capacidad puede lidiar con el manejo de una economía en expansión gracias a un fuerte viento de cola. Como es incapaz, al hacerlo genera distorsiones e inconsistencias que en algún momento hay que enfrentar. Como cualquier estudiante de economía sabe (o persona con buena capacidad para los razonamientos lógicos), la moderación del viento de cola anticipa ese "momento". Y también el menor dinamismo de la economía global revelaría la falta de habilidades técnicas de Moreno. Como no puede competir en esta nueva realidad, Moreno decide cambiar la realidad: En una economía cerrada no se nota tanto, al menos en el corto plazo, su impericia. 

Hasta acá creo haber explicado mis razonamientos respecto de porqué se implementan las políticas (muy) subóptimas que observamos. Espero que más pronto que tarde el país choque contra la realidad y Moreno y su gente sientan un patadón allí donde termina la espalda. Por un lado habrá que ver cómo reacciona Brasil (la nota mencionada de Pagni habla del qué, pero no del cómo). Por de pronto se deja ver que la paciencia que Dilma tuvo el año pasado por ser electoral, no la tendrá este: 

Además, el ministro no limitó el malestar brasileño a las restricciones comerciales. Habló de que es difícil tratar con la Argentina en el terreno de la economía. Como Brasil es una estrella del mercado emergente, palabras como esas resuenan en la economía global. Mucho más si se pronuncian en Nueva York, ante la prensa financiera, como ayer. Para Cristina Kirchner esa descalificación de Pimentel resulta muy incómoda. No fue el dictamen reaccionario del FMI, sino el juicio de un aliado político de izquierda. Desde Brasilia sugerían ayer que lo del ministro fue un exabrupto. Pero quien haya tomado contacto con autoridades brasileñas en estos días sabe que se está agotando la "paciencia estratégica" de la que hablan los diplomáticos de Itamaraty para definir su trato con los argentinos. Un funcionario cercano a Rousseff explicó a LA NACION: "El año pasado toleramos las hostilidades porque Cristina estaba en un año electoral; pero ya ganó y Dilma terminó con las contemplaciones".

Pero también hay que ver como se desarrolla la interna y cuánto apoyo le retiran sus opositores a Moreno. Lazzie piensa que es el verdadero alter ego de Néstor Kirchner al generarse varios frentes de batalla simultáneos. Pero su debilidad se manifiesta en que muchos de estos frentes son dentro del mismo gobierno:

Pimentel adelantó una discusión prevista para febrero, cuando comienza el calendario bilateral. Sus críticas también tienen efectos sobre la interna kirchnerista, alegrando a Débora Giorgi, Julio De Vido, Amado Boudou y Mercedes Marcó del Pont. Ellos no soportan que sus áreas hayan sido intervenidas por Moreno y Paglieri y, por lo tanto, festejan que las iniciativas de ese rudimentario dúo sometan a la Presidenta a una turbulencia regional. 

En conclusión, mientras Moreno tenga poder, la política generará mayores costos a la economía. Y es difícil imaginar que Moreno pierda el poder, a menos que la economía colapse ostensiblemente (porque pequeños problemas puntuales los podrá defender diciendo, una vez más, que son el producto de conspiraciones). Como esto último no es previsible en el corto plazo me parece que estaremos sometidos a un 2012 de marcada involución en lo que hace a política económica. La semana que viene integraremos el análisis en un pronóstico para la economía local.