Leemos hoy en los medios nacionales y extranjeros que la directora general del FMI, Christine Lagarde, pide una ampliación de capital para el Fondo de 500 billones de dólares, similar a la obtenida en 2008 luego del pánico por la quiebra de Lehman Brothers. 

La directora gerente del FMI reiteró que el objetivo del fondo es captar otros 500.000 millones de dólares en recursos para hacer frente a la crisis, pues estima que las necesidades financieras globales de los próximos años estarán en torno a un billón de dólares.

Si bien es cierto que este pedido fue simultáneo con otro dirigido a Angela Merkel para aumentar la capacidad del fondo de rescate del euro, el dinero es fungible y varios analistas internacionales han sugerido en los últimos meses que se podría estar diseñando una triangulación mediante la cual Europa aporta los fondos para salvarse a sí misma a través del FMI, dado que el BCE no puede asistir directamente a los países miembros del euro pero si podría prestar fondos al FMI. 

The ECB is not allowed to fund member governments, but it or national central banks could lend to the IMF. Those national central banks have provided resources to the fund before, which is why the ultra-orthodox Bundesbank does not object to filling the IMF's coffers—even if that money were then used to provide rescue funds for countries such as Italy or Spain.

In many ways this money-laundering would be a clever wheeze. It gets around the central bankers' hang-ups. It provides discipline, since the fund's conditionality would help to keep Europe's peripheral economies on track. And it could elicit funds from others. America won't contribute anything more to the IMF, but big emerging markets seem willing to top up the fund's resources, provided the Europeans do so too. With Europe's own rescue fund—the European Financial Stability Facility—floundering, the IMF may be the best route to raising real money.

El conjunto de los países emergentes debiera decirle un rotundo ¡no! a las pretensiones del FMI. Hay varios motivos para ello. Por un lado el FMI no ha mostrado tanta diligencia para asegurarles a ellos asistencia cuando la necesitaron (por ejemplo, recordar crisis asiática de 1997 y Argentina en 2001). Pero más importante aun es que Europa tiene las herramientas a su disposición para asistir a los países en problemas. Si cuestiones políticas no posibilitan que se salven a si mismos, no debiéramos de hacerlo nosotros (de vuelta pienso en Argentina 2001). 

Finalmente hay un tercer motivo, a mi entender el más contundente para declinar el pedido de Lagarde. Si Europa entrara en crisis por el colapso del euro, el FMI no tendría inconveniente en conseguir la expansión de capital necesaria en pocos días (con apoyo y aportes de EEUU). Si ya lo hizo en 2008, ¿por qué no lo podría hacer este año (o cuando sea necesario)? ¿Para qué darle a un monstruo burocrático 500 billones de dólares sin una finalidad clara? Si la crisis del euro se disipa sin necesidad de asistencia externa, ¿ustedes creen que el FMI devolvería el dinero? Yo no.